Cooperación Sur-Sur para promover estrategias eficaces de diseño y ejecución de proyectos enfocados en el clima y la nutrición - Plataforma de Conocimientos LAC
Cooperación Sur-Sur para promover estrategias eficaces de diseño y ejecución de proyectos enfocados en el clima y la nutrición
18 Outubro 2022
El 11 y 12 de octubre del 2022 se llevó a cabo en Roma un encuentro de intercambio de experiencias y fomento de la Cooperación Sur-Sur para contribuir a la difusión de lecciones y buenas prácticas aprendidas en proyectos financiados por el FIDA en América Latina y el Caribe en el campo de la seguridad alimentaria y nutricional y la adaptación al cambio climático.
El evento “Lecciones del campo: Estrategias para la ejecución eficaz de proyectos enfocados en el clima y la mejora de los beneficios nutricionales” forma parte de un estudio financiado a través del Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP2) que se está implementando bajo la coordinación de la División de Medio Ambiente, Clima, Género e Inclusión Social (ECG) y la división de América Latina y el Caribe (LAC) con el apoyo del Equipo de Nutrición de la sede central del FIDA en Roma, y en colaboración con un equipo consultor conformado por AGT International y la Fondazione Centro-Euromediterraneo per i Cambiamenti Climatici (Fondazione CMCC).
Actualmente nos enfrentamos a una crisis múltiple en la cual el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la malnutrición son los principales protagonistas. Los eventos meteorológicos extremos (cada vez más frecuentes e intensos) impactan negativamente en la seguridad alimentaria y nutricional afectando la disponibilidad de alimentos, el acceso a los mismos, su estabilidad y utilización. A su vez, el cambio climático es uno de los principales causantes de la pérdida de biodiversidad, disminuyendo la capacidad de adaptacion de los ecosistemas frente a un clima cambiante.
En LAC la crísis climática y alimentaria se traducirá en mayores amenzas para los medios de vida de las familias rurales, menor productividad, escasez de agua para consumo humano y actividades agrícolas, degradación de los recursos naturales (desertificación de suelos), afectación en la calidad nutrucional de los alimentos, alza en los precios de los alimentos, mayor inequidad y disparidad en la sociedad, afectando de manera diferenciada a las mujeres y otros grupos en condición de vulnerabilidad. Para hacer frente a esta realidad, fomentar la gestión del conocimiento a diferentes niveles es un elemento clave. .
Durante los dos días del evento se contó con la participaron de los representantes de cinco proyectos financiados por el FIDA en Latinoamérica, que se encuentran en diferentes etapas del ciclo de proyectos: PRORURAL Inclusivo (República Dominicana), NICAVIDA (Nicaragua), RURAL ADELANTE (El Salvador), PROSAF (Argentina), Dom Helder Câmara–Fase II (Brasil); y con la participación de los equipos ECG-LAC y de nutrición del FIDA.
El evento despertó y nutrió el interés de los participantes en continuar los intercambios de experiencias y de documentación entre los diferentes proyectos, para facilitar mejorar su desempeño y adoptar factores de éxito destacados durante la reunión por los representantes de los proyectos. También se vio la necesidad de pensar a futuro cómo se podría gestionar estos eventos, para que sucedan de manera recurrente y sirvan así para fortalecer la capacidades nacionales y regionales y los lazos de cooperación entre proyectos y entre los países.
La reunión contó con la participación de la Rossana Polastri (Directora Regional de la División de América Latina y el Caribe del FIDA), quien realizó la apertura oficial del evento y el Francisco Prieto, representante del movimiento de SLOWFOOD, quien presentó una mirada holística del nexo entre cambio climático, nutrición, seguridad alimentaria y las acciones que SLOW FOOD está realizando para apoyar la producción de alimentos sostenibles y de calidad. También participó la Antonella Cordone (Especialista Técnica Senior en Nutrición e Inclusión Social de FIDA), quien reflexionó sobre los co-beneficios entre las acciones que promueven una buena nutrición y la adaptación al cambio climático, y enfatizó la importancia que tienen las especies alimentarias olvidadas y subutilizadas en los sistemas agroalimentarios sostenibles.
Finalmente, se contó con la participación de la Gerda Verburg (Subsecretaria General de las Naciones Unidas y coordinadora del SUN — Scaling Up Nutrition, o “Fomentando la Nutrición” — Movement), quien reconoció la importancia del evento, y, fiel a su causa, prometió seguir abogando frente a los tomadores de decisiones sobre la importancia de la nutrición y la necesidad de más acciones conjuntas que garanticen una alimentación sostenible, sana y balanceada.
Las principales reflexiones del evento valoran los esfuerzos coordinados de los diferentes actores en el diseño e implementación de proyectos multisectoriales que aborden el cambio climático, la biodiversidad y la nutrición de manera integral. En este sentido, se recalcó la importancia de:
• contar con un marco normativo que aborde las tres temáticas (cambio climático, biodiversidad, nutrición) de manera integral y que promueva el desarrollo rural inclusivo;
• promover alianzas estratégicas para el fomento de la nutrición que incluyan la cooperación interministerial (ministerios y agencias especializadas: agricultura, salud, desarrollo rural, etc.) y el involucramiento del sector privado, la academia, asociaciones de productores, organizaciones de la sociedad civil;
• visibilizar el rol de las mujeres y los jóvenes (mujeres y hombres) como agentes de cambio,
• rescatar y valorar los saberes y conocimientos de las poblaciones indígenas;
• intercambiar y compartir conocimientos, tecnologías y recursos para el cultivo y el consumo de alimentos diversos, nutritivos, seguros y asequibles (con un especial énfasis en la producción agroecológica);
• usar estrategias de focalización y herramientas e instrumentos que permitan a las personas y comunidades más vulnerables hacer frente a los eventos del cambio climático y a los mayores niveles de inseguridad alimentaria nutricional;
• lograr la participación inclusiva de las y los principales protagonistas (familias, comunidades, productores, consumidores) en la propuesta de soluciones a sus problemáticas relacionadas con el cambio climático y la nutrición;
• trabajar con niños y niñas desde las edades tempranas para empoderarlos en temas de nutrición y que estos transmitan los conocimientos a sus familiares;
• designar partidas presupuestarias para promover el intercambio de conocimiento y experiencias entre pares mediante eventos tanto a nivel presencial como virtual.
Oportunidades como esta permitirán que los proyectos del FIDA mejoren la efectividad en los procesos de diseño e implementación al adaptar e incorporar factores de éxito, buenas prácticas y lecciones aprendidas de otros países y regiones. Todo ello contribuirá a aumentar la seguridad alimentaria y nutricional y la resiliencia climática de los pequeños productores y las comunidades rurales de América Latina y el Caribe.