El Proyecto de Desarrollo Sostenible de Cariri, Seridó y Curimataú (PROCASE) fue una operación de préstamo financiada por el FIDA, ejecutada entre octubre de 2012 y diciembre de 2020, en 56 municipios de la región semiárida del estado de Paraíba, nordeste de Brasil. Contó con un presupuesto total de USD 50 millones, de los cuales USD 25 millones fueron de recursos del FIDA, USD 12 millones de recursos de contrapartida del Gobierno de Paraíba, y el resto compuesto por contrapartidas de los participantes y acceso a otras fuentes de fondos públicos. 

El proyecto se llevó a cabo en medio de dos de las mayores crisis que afectaron a los agricultores familiares de la región más vulnerable y árida de Brasil: la "gran sequía" de 2012 a 2019, la más impactante de los últimos 100 años, y la pandemia de COVID-19 de 2020 a 2021.

El proyecto ha beneficiado a más de 24.000 agricultores familiares, lo que equivale al 132% del número previsto inicialmente. También superó significativamente los objetivos de focalización en grupos prioritarios, como las mujeres (160%), los jóvenes (202%) y las comunidades quilombolas de afrodescendientes (160%). 

 

PROCASE contribuyó a mejorar la productividad agrícola, los ingresos, el acceso al agua para la producción y el consumo (plantas desalinizadoras, campos de regadío con energía renovable, presas y pozos).

El Proyecto también fomentó actividades transversales de género, apoyó cooperativas lecheras, artesanales, frutícolas y avícolas, preservó el bioma de la Caatinga, implantó unos 900 sistemas de integración cultivo-ganadero-forestal (ICGF), con palma forrajera, sistemas agroforestales, patios productivos y acuaponía, entre otras técnicas sostenibles para la gestión del bioma de la Caatinga.

El estudio de impacto indicó que el 51% de las familias participantes del proyecto tuvieron una variación positiva en su índice de activos productivos, con un 24% exhibiendo una variación porcentual positiva igual o superior al 150%. Según la evaluación de impacto, entre 2015 y 2019, el ingreso familiar promedio en las comunidades de tratamiento aumentó 21,9% (en términos nominales), mientras que el ingreso en las comunidades de control disminuyó 0,61%. 

En cuanto a las cuestiones de género, PROCASE, a través de sus continuos servicios especializados en género a lo largo de la ejecución, incorporó actividades constantes y transversales en la Asistencia Técnica (AT) general para mejorar la participación productiva y social de las mujeres. Las actividades específicas que conducen al empoderamiento de las mujeres aumentaron en un 43% entre las comunidades participantes por el proyecto, mientras que disminuyeron en un 6% en las comunidades de control, en comparación con la línea de base de 2015.

En cuanto al impacto en la reducción de la pobreza, el proyecto obtuvo buenos resultados. La seguridad alimentaria, a pesar de la "gran sequía" de 2012 a 2019, ha mejorado: la proporción de familias de las comunidades participantes que declaran tener una dieta alimentaria variada es un 44,8% superior a la del grupo de control.

En la encuesta de impacto, el 65,1% de los hogares ha declarado un aumento de la producción de hortalizas, el 56,8% un aumento de la producción de productos de origen animal, el 48,6% un aumento de la cría de animales, el 22,8% un aumento de la producción de productos de origen vegetal y el 9,1% un aumento de las actividades no agrícolas (artesanía). 

 

En el análisis agregado, el 88% de los hogares han declarado que la producción ha aumentado globalmente. Resulta interesante que, al comparar la línea de base con los puntos de evaluación de impacto, es decir, entre 2015 y 2019, hubo un aumento significativo en los volúmenes y los valores totales de los productos vendidos por las comunidades que recibieron el apoyo del proyecto.

Este aumento superó ampliamente la meta de diseño de alrededor del 10% anual (meta de R$ 498 - o aproximadamente USD 100 - en 2019), alcanzando el 15% anual en valores totales y el 13% anual en volúmenes totales comercializados por los participantes. El 20% de los beneficiarios declararon haber accedido a los mercados exclusivamente a través del PROCASE, un resultado globalmente satisfactorio.

Entre los beneficiarios atendidos por la tecnología de desalinización, el 38% de las familias informó de una reducción de la escasez de agua utilizada para la producción, y el 50% informó de un aumento de la disponibilidad de agua para la cría de animales, en comparación con 2015 (línea de base). Las actividades de PROCASE para el acceso al agua redujeron el tiempo para ir a buscar agua potable en un 53%.

La tecnología de desalinización implementada por PROCASE, por ejemplo, se ha convertido en una innovación en Brasil. El proyecto utilizó un modelo más eficiente que el estándar aplicado por el Programa Agua Dulce (una asociación entre el gobierno estatal y el Ministerio Federal de Medio Ambiente de Brasil), reduciendo la superficie necesaria (de 1.200 m² a 225 m²) y reduciendo el coste global por unidad (un 40% menos).

Además, PROCASE implementó la gestión óptima de los recursos naturales junto con un sólido esfuerzo medioambiental y de mitigación del cambio climático, eficiente y transversal a todas las inversiones productivas. Por ejemplo, los casi 500 molinos de viento redujeron a cero el coste energético del riego y aseguraron una mayor durabilidad en comparación con otros medios. 

Otra buena práctica exitosa fue la implementación de sistemas agroforestales (SAF) que, además de generar más ingresos y alimentos para las familias, convirtieron las fincas participantes del PROCASE en bancos de germoplasma de semillas nativas (criollas) disminuyendo la dependencia del mercado de semillas híbridas. 

Además, la energía solar instalada en las cooperativas generó un ahorro de aproximadamente 400 mil BRL (80 mil USD), reduciendo los costes de producción de estas unidades y aumentando su rentabilidad financiera global. La CEPAL seleccionó las actividades medioambientales y de cambio climático de PROCASE como una de las mejores prácticas de sostenibilidad en América Latina. El Proyecto también fue finalista en un reciente concurso nacional del mejor proyecto de desarrollo público de Brasil.

En general, el Proyecto fue un excelente ejemplo de un programa muy bien coordinado en el que participaron múltiples Secretarías de Desarrollo del Estado de Paraíba, como la Secretaría de Estado para el Desarrollo de la Agricultura Familiar y de la Región Semiárida (SEAFDS), la Secretaría de Estado para el Desarrollo de la Agricultura y de la Pesca (SEDAP) la Secretaría de Estado de Planificación y Gestión (SEPLAG), la Secretaría de Estado de Infraestructura, Recursos Hídricos y Medio Ambiente (SEIRHMA), la Secretaría de Estado de Desarrollo Humano (SEDH) y la Secretaría Ejecutiva de Seguridad Alimentaria y Economía Solidaria (SESAES). 

El buen proceso de consulta establecido entre las secretarías fue un ingrediente valioso para la sostenibilidad de las actividades del PROCASE. Esta cooperación productiva ha garantizado un lugar seguro para el PROCASE como una de las intervenciones más exitosas para fomentar el desarrollo rural del estado de Paraíba.

Accede al Informe Final del PROCASE para más información en este enlace.

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