La Ruta Internacional de Aprendizaje sobre Cadenas de Valor Caprinas y Ovinas tuvo lugar entre el 11 y el 16 de septiembre, reuniendo a 14 participantes de Botsuana, Lesoto y Zambia para visitar experiencias de proyectos apoyados por el FIDA en cuatro estados del semiárido brasileño: Bahia, Paraíba, Pernambuco y Piauí. 
Los países tienen iniciativas en curso apoyadas por el FIDA y un gran interés en promover un crecimiento inclusivo y sostenible en las cadenas de valor del ganado caprino y ovino. El perfil de los participantes incluyó a funcionarios de programas, representantes gubernamentales, líderes de agricultores y extensionistas. La diversidad de países y perfiles se reflejó también en la variedad de conocimientos e intereses aportados al intercambio. 

La iniciativa se basó en los excelentes resultados de la Edición Nacional de la Ruta de Aprendizaje de Caprinos y Ovinos, que tuvo lugar en agosto de 2022 y fue diseñada conjuntamente por el FIDA y la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA). 

Basándose en la creciente demanda de Cooperación Sur-Sur y Triangular (CSSCT) recibida de países africanos, el FIDA y EMBRAPA se asociaron con la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) y el Territorio de Aprendizaje de Piauí (TAPI) para diseñar esta edición internacional de la iniciativa.

La Ruta del Aprendizaje contempló experiencias prácticas sobre alimentación sostenible, cría participativa, resiliencia climática, artesanía del cuero, compromiso de los jóvenes y agroindustrias agrícolas familiares (carne y lácteos).

El acceso a los mercados, el valor añadido, el desarrollo de grupos, la participación de los jóvenes y la elaboración de políticas fueron algunos de los temas que se debatieron durante los 6 días y los más de 1500 km recorridos localmente.

La región nordeste de Brasil concentra cerca del 90% del ganado caprino y el 60% del ganado ovino del país, generando ingresos y seguridad alimentaria para miles de agricultores familiares y estimulando un importante mercado regional.

Varias iniciativas y programas relacionados con esta cadena de valor han contribuido a reducir la informalidad y consolidar su crecimiento económico, estimulando un importante mercado regional y reuniendo varias buenas prácticas que inspiraron la creación de una ruta de aprendizaje.

Camino a seguir

La Ruta Internacional de Aprendizaje promovió un intenso intercambio de demandas y ofertas de conocimientos, basado no sólo en el interés de las delegaciones visitantes, sino también en el de las contrapartes brasileñas. 

Las experiencias y mejores prácticas relacionadas con la producción, transformación y exportación de lana, sanidad animal y participación del sector privado fueron compartidas por los participantes de Botsuana, Lesoto y Zambia, generando gran interés entre la delegación brasileña. 

Las mejores prácticas y experiencias incluidas en la agenda de la Ruta de Aprendizaje se combinaron rápidamente con las aportaciones y conocimientos compartidos por los participantes, y se enriquecieron con ellos, demostrando que la cooperación sur-sur es siempre una doble vía de aprendizaje. 

El enfoque familiar de la producción, la forma en que los pequeños agricultores gestionan sus negocios y el apoyo que prestan las instituciones rurales fueron enseñanzas destacadas por los participantes. 

También se hizo hincapié en la importancia de las alianzas público-privadas, en particular para garantizar niveles adecuados de asistencia técnica y llegar a nuevos mercados. Se llamó la atención sobre la estrecha relación entre la investigación, la extensión y los agricultores, junto con el fortalecimiento de las instituciones de investigación.

La resiliencia adquirida por los productores locales, impulsada por tecnologías y políticas públicas orientadas al contexto, fue otro punto destacado por los participantes. Reconocieron la importancia estratégica de los mecanismos de captación, almacenamiento y reutilización del agua, así como el uso generalizado del opuntia, planta común en regiones semiáridas, como forraje para superar las principales adversidades climáticas a las que se enfrentan los ganaderos de caprinos y ovinos que viven en territorios semiáridos. 

Los esfuerzos y programas dirigidos a la conservación de los recursos genéticos (vegetales y animales) también fueron reconocidos como un logro importante y un factor de éxito para la resiliencia de la cadena de valor, generando un interés común entre los participantes y solicitudes para la construcción de futuros espacios de cooperación.

Al finalizar los seis días de intercambio, el grupo elaboró una lista de posibles oportunidades y alianzas basadas en las tecnologías y experiencias visitadas. Se acordó con los participantes que cada delegación formulará un plan de trabajo conciso, centrado en los elementos que deben integrarse en sus respectivas instituciones y proyectos, así como en las demandas específicas para la futura cooperación técnica con sus homólogos brasileños. 

Por último, los participantes establecieron canales de comunicación informal y formal, incluso a través de un grupo de WhatsApp, y empezaron a debatir proactivamente sobre intercambios futuros y complementarios de SSTC, ya que ven su eficacia y su valor de beneficio mutuo.

En este sentido, la ruta fue un paso importante hacia la consolidación de la cadena de valor caprina y ovina como un sector relevante y resiliente, con gran potencial para mejorar los medios de vida de los agricultores familiares, que se encuentran desafiados por entornos difíciles y por el cambio climático.