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Brejo Dois Irmãos, una pequeña comunidad de 200 familias en una remota esquina del semiárido estado de Bahía, en el noreste de Brasil, esconde un tesoro precioso: el burití o “árbol de la vida” en lenguaje tupí-guaraní.

De su fruta —carnosa, dulce y con alto contenido de vitamina C— se extraen deliciosos jugos, mermeladas y dulces; y de sus semillas un aceite rico en vitamina A que se usa en una gran variedad de productos cosméticos y medicinales.

Sin embargo, para una comunidad aislada todo ello apenas se traducía en rendimiento económico, pues el procesamiento del burití era muy laborioso, y su comercialización aún más complicada. Todo esto cambió en 2017 cuando el proyecto Pro-Semiárido, apoyado por el FIDA, empezó a trabajar en la comunidad.

Con la ayuda del proyecto, la comunidad mejoró la forma de procesamiento de los frutos y las semillas del burití. Lo que antes requería días de trabajo podía completarse en horas. Además, el proyecto conectó Brejo a Internet y los productores comenzaron a usar las redes sociales para vender sus productos.

Las mejoras en la distribución y venta del burití ha aumentado los ingresos de los hogares entre un 30 y un 40 por ciento. Además, habiendo demostrado cómo un producto tradicionalmente trabajado por las mujeres beneficia a toda la comunidad, el proyecto ha promovido la igualdad de género.

Ahora la gente de Brejo no se siente ya desconectada del resto del mundo.

Más información en: Creando nuevas conexiones gracias al “árbol de la vida”