Los sistemas alimentarios mundiales requieren un cambio radical: el nuevo informe del FIDA formula recomendaciones concretas a los responsables de políticas - Plataforma de Conocimientos LAC
Los sistemas alimentarios mundiales requieren un cambio radical: el nuevo informe del FIDA formula recomendaciones concretas a los responsables de políticas
21 Setembro 2021
Texto originalmente publicado en ifad.org
Transformar los sistemas alimentarios mundiales para que sean más inclusivos, justos y sostenibles puede parecer un reto insuperable, pero hay medidas concretas que los responsables de la formulación de políticas pueden adoptar, según se desprende de un informe publicado hoy por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas.
“Vivimos en un mundo de flagrantes e injustas contradicciones. Vemos altos índices de obesidad, mientras 800 millones de personas pasan hambre. Los alimentos nutritivos son caros, pero muchos pequeños agricultores son pobres. Las prácticas actuales de cultivo de alimentos no son buenas para nuestro medio ambiente. Está claro que necesitamos una revolución: una revolución tan radical que las versiones anteriores de los sistemas alimentarios sean irreconocibles”, dijo la Dra. Jyotsna Puri, Vicepresidenta Adjunta del Departamento de Estrategia y Conocimientos del FIDA, quien dirige la elaboración del Informe sobre el desarrollo rural, la publicación insignia del FIDA.
Jyotsna Puri considera que la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios será un momento decisivo para comprometerse a un verdadero cambio, que podrá apoyarse en las recomendaciones del Informe sobre el desarrollo rural dirigidas a los Gobiernos sobre las medidas concretas que pueden adoptarse.
El informe, que lleva por título Transformar los sistemas alimentarios para fomentar la prosperidad rural, subraya la importancia de centrar las inversiones y los cambios de políticas en las cadenas de valor alimentarias rurales para que todas las personas puedan acceder a suficientes alimentos nutritivos de una manera que no dañe el medio ambiente, y para que los productores de alimentos puedan obtener unos ingresos dignos.
La mayoría de los habitantes de las zonas rurales obtienen sus ingresos trabajando en la agricultura en pequeña escala, que representa una fuente vital de alimentos a nivel nacional y mundial. De hecho, en las explotaciones de hasta 2 hectáreas se produce el 31 % de los alimentos del mundo en menos del 11 % de las tierras agrícolas.
Las principales recomendaciones del informe son las siguientes:
- Invertir más en las explotaciones rurales y en las pymes locales que respaldan las actividades fuera de la explotación agrícola, como el almacenamiento, el procesamiento, la comercialización y la distribución de alimentos. Centrar la atención en el sentido de apropiación y el empleo a nivel local generará mayores oportunidades de trabajo, especialmente para las mujeres y los jóvenes, al tiempo que dará a los pequeños agricultores acceso a mercados nuevos y más diversos.
- Dar acceso a innovaciones (como las soluciones basadas en la naturaleza y la agroecología) y tecnologías digitales asequibles para impulsar la producción de los pequeños agricultores rurales para que sean resilientes al clima, utilizando técnicas sostenibles y con bajas emisiones de carbono.
- Desarrollar y centrarse en sistemas de fijación de precios que reflejen el costo total y real de la producción, que incluya pagos a los agricultores por los servicios ecosistémicos, como el mantenimiento de la salud de los suelos y la regulación de las plagas.
- Promover alimentos nutritivos que sean accesibles y asequibles. Actualmente, al menos 3 000 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable. Para que eso cambie es necesario fomentar la educación nutricional, empoderar a las mujeres para que tomen decisiones en materia de nutrición y reforzar las políticas públicas para regular y orientar las opciones de mercado. Los Gobiernos pueden utilizar instrumentos de mercado, medidas de sostenimiento de la renta y las compras públicas para fomentar los alimentos nutritivos.
- Comprometerse a reequilibrar el comercio mundial y la gobernanza para corregir los desequilibrios de poder. La actual concentración de poder en los sistemas alimentarios exige un replanteamiento de las regulaciones y los acuerdos comerciales que permita que la población rural de los países en desarrollo pueda beneficiarse. Los mercados de alimentos deben ser accesibles para la población rural, y en condiciones justas. Deben crearse incentivos para recompensar las prácticas basadas en la naturaleza y las dietas locales y saludables.
“Sabemos qué hay que cambiar para que la producción, la comercialización y el consumo de alimentos sean justos y sostenibles, y así contar con alimentos nutritivos y asequibles para todos. En este informe se presentan datos sólidos y recomendaciones para la adopción de medidas específicas. Ahora lo que se necesita son inversiones y la voluntad política para actuar”, afirmó Jyotsna Puri.
En los últimos 70 años, la apuesta por la agricultura industrial y la producción de más calorías a bajo costo ha ido acompañada de un aumento de la malnutrición, un mayor desperdicio de alimentos y un elevado costo ambiental. Además, los sistemas alimentarios son responsables del 37 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, y son muy vulnerables al cambio climático.
La Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, que se celebra el 23 de septiembre bajo el liderazgo del Secretario General António Guterres, tiene por objeto conseguir compromisos concretos de los Jefes de Estado y otros líderes para transformar los sistemas alimentarios mundiales. Supone la culminación de 18 meses de colaboración con los Gobiernos, los productores de alimentos, la sociedad civil y las empresas sobre cómo transformar la manera en que producimos, procesamos y consumimos los alimentos.
Nota para los redactores:
- Visite el informe digital aquí.