Debido a la pandemia de COVID-19, la cantidad de personas en situación de inseguridad alimentaria severa en América Latina y el Caribe podrá aumentar de 3,4 millones a alrededor de 14 millones para finales de 2020, según el Programa Mundial de Alimentos. El sector agrícola esta drásticamente afectado por la pandemia en curso, especialmente los pequeños agricultores con acceso limitado a mercados y tecnología alternativos. ¿Pueden las soluciones digitales contribuir a un sistema alimentario más sostenible y facilitar información a quienes la necesitan?

Esta fue una de las cuestiones discutidas durante el webinar Soluciones Digitales para la Cooperación Sur-Sur durante el COVID-19, que reunió a representantes de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional para Desarrollo Agrícola (FIDA) y Centro de Excelencia contra el Hambre del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Además de celebrar el Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, celebrado oficialmente el 12 de septiembre, el webinar tuvo como objetivo discutir cómo las soluciones digitales, dirigidas a los pequeños agricultores de los países del sur, pueden contribuir a la transformación de los sistemas alimentarios, especialmente en el contexto de la pandemia.

Según Rafael Zavala, representante de la FAO en Brasil, las soluciones digitales tienen mucho que aportar. “Necesitamos ajustes importantes en nuestros sistemas alimentarios para que tengan una mejor eficiencia, tecnología y un mejor uso de los recursos naturales”, dijo. “La digitalización es un componente importante en la Cooperación Sur-Sur y Triangular, pero debe ser un proceso inclusivo para que nadie se quede atrás. De esta manera estaremos más cerca de sistemas alimentarios mejores y más justos”.

“La pandemia de COVID-19 está acelerando la transformación digital y es necesario impulsar los esfuerzos para digitalizar también la agricultura en pequeña escala, reinventando los servicios de asesoría, mercados, finanzas y cadena de suministro”, dijo Claus Reiner, director de país del FIDA en Brasil. “Al tener acceso a información confiable y rápida, los pequeños agricultores pueden reducir su dependencia de intermediarios volviéndose más empoderados, y la tecnología de la información y las comunicaciones puede fomentar este desarrollo local”, dijo.

Soluciones para la vida diaria

Las soluciones digitales también pueden contribuir a la promoción de canales de venta en corto, uniendo a productores y consumidores. La asociación entre grupos online y productores locales, además de fomentar la economía local, ayuda a despertar el sentido de comunidad y pertenencia.

“Hay diferentes dispositivos y aplicaciones que ya han utilizado los pequeños agricultores. WhatsApp, por ejemplo, es una herramienta muy versátil. En el noreste de Brasil, mujeres rurales utilizan mensajes de voz para vender sus productos. Es la tecnología que les ayuda a superar las limitaciones del analfabetismo”, dijo Sergio Schneider, profesor de Sociología del Desarrollo Rural y Estudios de la Alimentación de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul.

Hay innumerables desafíos y oportunidades por delante con respecto al uso de nuevas tecnologías para la agricultura en pequeña escala y las cuestiones agroalimentarias son estratégicas para la Agenda 2030. Acciones colectivas entre el sector público y privado, intercambio de información, asistencia técnica, protección de datos e igualdad de acceso a las oportunidades fueron algunos de los principales temas planteados en los paneles sobre el tema.

Representantes de diferentes ministerios brasileños presentaron soluciones tecnológicas que ya están en uso en el país. Por ejemplo, aplicaciones que brindan información en tiempo real sobre comidas escolares en escuelas públicas, y desarrollo de proyectos enfocados en ciudades inteligentes.

Este tipo de información tiene un gran potencial para ser compartida con otros países que enfrentan desafíos similares provocados por la pandemia. El FIDA, a través de su Centro de Conocimiento y Cooperación Sur-Sur y Triangular Brasilia, desempeñará un papel importante para garantizar que los conocimientos y las herramientas de TIC disponibles se difundan ampliamente y se adapten a las necesidades y la realidad de los agricultores familiares, las comunidades tradicionales y las minorías que podrían quedar excluidas de la llamada agricultura 4.0.

“La realidad se está ocupando de promover una incorporación silenciosa de una multiplicidad de soluciones digitales a los problemas derivados de la pandemia, que acabarán aplicándose a la agricultura minifundista. Y en el caso de la Cooperación Sur-Sur y Triangular, estas soluciones necesariamente deben ser ampliamente accesibles, fáciles de usar y rentables”, concluyó Ruy Pereira, director de ABC.

El webinar de Soluciones Digitales para la Cooperación Sur-Sur durante el COVID-19 se llevó a cabo el 30 de septiembre y se tradujo simultáneamente al español y se transmitió a través de Twitter, lo que permitió una audiencia más amplia en América Latina.