Una década de progreso para los pequeños agricultores cubanos - Plataforma de Conocimientos LAC

Una década de progreso para los pequeños agricultores cubanos

17 octubre 2022

Texto originalmente publicado en ifad.org

Por Juan Diego Ruiz Cumplido

El sol del trópico resulta casi molesto en Camagüey, una provincia del centro de Cuba que es la principal suministradora de leche y carne de vacuno para el resto deI país. La tarde apenas está comenzando, pero hemos estado en movimiento desde primeras horas de la mañana y empezamos a sentir el cansancio cuando llegamos a la hacienda ganadera La Kintina.

Al acercarnos al rancho veo en un corral alrededor de medio centenar de vacas bien cuidadas y, un poco más allá, un cobertizo a través de cuya puerta se pueden distinguir una moderna ordeñadora eléctrica y un tanque de refrigeración para la leche.

Hace diez años hubiera sido muy difícil encontrar este tipo de equipamiento en Camagüey. Pero ahora, la Cooperativa José Antonio Echevarría —de la que La Kintina forma parte— y otras 105 organizaciones de pequeños agricultores de la provincia han mejorado enormemente su capacidad para producir leche y carne de vacuno gracias al apoyo de PRODEGAN, un proyecto financiado por el FIDA cuyo objetivo es revitalizar el sector ganadero en Cuba.

Los dueños de la hacienda, Yunaixi Morales and Abdiel Campo, nos cuentan en el popular lenguaje de los guajiros —campesinos cubanos—, lleno de ironías y doble sentido, que aman su trabajo —“cada vaca tiene su nombre; de hecho, él habla más con ellas que conmigo”, bromea Yunaixi— y que el apoyo del proyecto les ha permitido superar tiempos difíciles.

Esos tiempos difíciles incluyen los meses en que las restricciones para luchar contra la pandemia de COVID-19 hicieron que el acceso a insumos básicos como los fertilizantes y los medicamentos para los animales fuera aún más difícil que de costumbre.

La Kintina no solo ha logrado superar esas dificultades, sino que está haciendo enormes progresos en términos de productividad y eficiencia. “El año pasado nacieron 30 terneras. Este año ya han nacido 25, y estamos todavía en junio”, explica Abdiel.

Los ganaderos Yunaixi Morales y Abdiel Campo explican cómo funciona su hacienda La Kintina a la delegación del FIDA y el Ministerio de Agricultura cubano. ©FIDA/Juan Ignacio Cortés

Nuestra visita a Camagüey nos permite comprobar que el éxito de La Kintina no es un caso aislado. El PRODEGAN está permitiendo la actualización del obsoleto equipamiento de la planta de procesamiento Lácteos Sibanicú; la Cooperativa Combate de Pacheco ha adquirido una impresionante flota de tractores y camiones que está también al servicio de cooperativas cercanas; por su parte, la Cooperativa Camilo Cienfuegos está desarrollando —en colaboración con la Universidad de Camagüey— buenas prácticas de alimentación animal que servirán de referencia a otras organizaciones ganaderas.

Una socia de la Cooperativa Combate de Pacheco junto a dos tanques de refrigeración de leche adquiridos gracias al apoyo del proyecto PRODEGAN. ©FIDA/Juan Ignacio Cortés

Estos avances no solo benefician a las cooperativas y los habitantes de Camagüey. El incremento de la producción de leche y carne de vacuno favorece a toda la isla. Y hace crecer la esperanza de que Cuba pueda mejorar su precaria seguridad alimentaria, algo vital para un país que importa alrededor del 80% de los alimentos que consume.

Más allá de la esperanza, para el FIDA también cuentan los resultados.

Desde que el Fondo empezó a operar en Cuba hace diez años, ha financiado otros dos proyectos: el recién finalizado PRODECOR, que ha aumentado la producción de granos básicos para la alimentación de la población cubana, y el PRODECAFE, iniciado el pasado mes de marzo y que tiene como objetivo mejorar la producción de café y cacao.

Estos proyectos representan una inversión total de USD 169,35 millones que beneficiará a 562 cooperativas y 126 empresas prestadoras de servicios en 49 municipios de las provincias orientales de Camagüey, Granma, Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Santiago de Cuba. Un total de 42.000 familias participarán de estos beneficios.

Consuelo Vidal, Coordinadora Residente de Naciones Unidas en Cuba, me hablaba hace poco de la importancia del trabajo del FIDA en la isla, asegurando que “ofrece al país oportunidades que van mucho más allá del apoyo financiero concreto que supone”.

Y es que antes de que el FIDA atendiese la petición del Gobierno de Cuba de renegociar el pago de una antigua duda y comenzar a operar de nuevo en el país, el país no tenía acceso al crédito internacional.

El voto de confianza del FIDA abrió la puerta a flujos de crédito de donantes internacionales como la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), el Banco de Crédito Alemán (KfW) y la Unión Europea a través de la iniciativa LAIF. Y esto solo en los proyectos financiados por el FIDA.

El financiamiento del FIDA ha permitido a la Cooperativa Combate de Pacheco adquirir una moderna flota de tractores que da servicio a otras cooperativas cercanas. ©FIDA/Juan Ignacio Cortés

 

“Estos proyectos promueven un cambio no solo productivo, sino también social y económico”, me aseguraba Frank Carbonell, el funcionario del Ministerio de Agricultura cubano que ha estado a cargo de la implementación de los proyectos financiados por el FIDA en Cuba a lo largo de estos diez años. “Benefician directamente a los productores y posibilitan que Cuba haga frente a los desafíos que tiene en el campo de la seguridad alimentaria”.

Otra persona que ha estado presente durante estos diez años de trabajo es Hugo Gámez, un veterano economista rural que ha trabajado durante muchos años como consultor para el FIDA. Tras nuestra visita a Camagüey y numerosas reuniones en La Habana, nos sentamos juntos una tarde en el lobby del histórico Hotel Nacional para repasar los resultados de nuestra misión y comprobar el estado de forma de las operaciones del FIDA en Cuba.

Con su voz suave y calma, Hugo recuerda que “desde el principio, concebimos una estrategia holística que pudiera mejorar las capacidades tanto de las cooperativas como de las empresas estatales que les prestan servicios esenciales”.

Esta visión de 360º ha sido clave para el éxito de las operaciones del FIDA en Cuba. Junto a ella, “la capacidad para responder con rapidez a las demandas del Gobierno de Cuba y a las dificultades que han surgido durante la implementación de los proyectos. La flexibilidad es un elemento clave en un contexto tan difícil como el cubano”.

Este contexto difícil —bloqueos comerciales, déficit crónico de divisas y crisis energética— marca nuestra conversación sobre el futuro. Sin embargo, para contrarrestar la preocupante perspectiva, contamos con el recuerdo del entusiasmo de Yunaixi, Abdiel y tantos otros cooperativistas con los que nos encontramos en nuestra visita de campo, así como con el compromiso inasequible al desaliento de nuestros socios cubanos. También, por supuesto, con nuestra determinación a ayudar al pueblo de Cuba a superar cualquier dificultad en el camino hacia la seguridad alimentaria.

Conozca más sobre nuestro trabajo en Cuba.

El financiamiento del FIDA ha permitido a la Cooperativa Combate de Pacheco adquirir una moderna flota de tractores que da servicio a otras cooperativas cercanas. ©FIDA/Juan Ignacio Cortés