El grupo Pie en la Tierra (Pé na terra), ganador del Premio a la Innovación Juvenil rural en la categoría Seguridad alimentaria, nació de la unión de tres familias en el estado de Rio Grande do Sul, en Brasil. Tiene como objetivo principal promover una agricultura familiar saludable y eco responsable. Las dos primeras familias son dueñas de las empresas Viva Flor y Dossel que producen en la región aproximadamente 120 variedades orgánicas de frutas, verduras, semillas, flores comestibles y miel mediante sistemas agroforestales secuenciales. 

La tercera familia es dueña de un restaurante llamado Utopía, en el municipio de Sananduva, que presta hoy su local para la organización de ferias semanales, enfocadas a la venta de la producción de Viva Flor y de Dossel. Elabora también platillos con las mercancías que no han sido vendidas durante las ferias y los ofrecen a los habitantes locales a un precio justo y accesible. “La innovación de nuestro grupo consiste en la articulación entre el agricultor, el restaurante y el consumidor. Esta articulación minimiza el desperdicio de alimentos” explicó Naiara, quien trabaja en la producción, comercialización y divulgación de Viva Flor. 

En 2017, los propietarios de Viva Flor y de Dossel comenzaron a abastecer el restaurante con sus productos. La idea de organizar ferias para enseñar y vender las materias primas orgánicas usadas por el restaurante fue madurando hasta que en 2018 las tres familias decidieron juntarse formalmente y crearon el grupo Pie en la tierra. “Desde entonces, además de las ferias que organizamos cada semana en el restaurante, el excedente de productos que no hemos vendido es aprovechado por el restaurante que consigue adaptar su menú diario a nuestros productos estacionales” dijo Naiara. 
 

Jóvenes emprendedores del grupo Pie en la tierra durante su feria semanal.

Las ferias son un espacio que favorece el intercambio cultural y va dando a conocer conceptos como el slow food que está ganando cada vez más adeptos entre los jóvenes. Permiten también presentar productos alimentarios no convencionales, como el ora-pro-nóbis, la hoja de betabel, el carurú y otras plantas nativas locales. De hecho, cuando el grupo comenzó a organizar ferias, quiso promover el uso de estas plantas poco conocidas ofreciendo una charla con los clientes, acompañada de un aperitivo elaborado con dichas plantas. Curiosamente, poca gente acudió, probablemente por motivos de desconfianza frente a productos nuevos que no estaba acostumbrada a consumir. Sin embargo, los que fueron al evento se quedaron agradablemente sorprendidos y el entusiasmo fue creciendo. Más aún, con el rescate de una agricultura tradicional y el uso de semillas criollas, las personas mayores de la región fueron recordando sabores. Porque existe una memoria afectiva de las comidas, más allá de los sabores que van evolucionando con el tiempo.

 “Como trabajamos con sistemas agroforestales, nuestros principios están basados en la recuperación de suelos, en la diversidad y en los ciclos naturales de producción. Esta conducta no es muy común en nuestra región. Entonces, a veces nos sentimos un poco como una isla” contó Josué, agricultor y emprendedor de Dossel. De ahí la importancia de ampliar con los habitantes de la región el intercambio de buenas prácticas enfocadas en los ecosistemas locales.

Poco a poco, el grupo Pie en la tierra está ganando la confianza de sus clientes. Últimamente, ha ampliado estos momentos de intercambio durante las ferias para compartir libros e informaciones con los consumidores. También se está acercando a las escuelas donde va enseñando a las nuevas generaciones a respetar el ritmo de la tierra. El grupo no piensa en la competición. Más allá de la venta de alimentos, quiere compartir un ideal, valorizar la economía y la agricultura local, proteger sus ecosistemas y ampliar el número de participantes en sus ferias, principalmente el número de jóvenes. Mostrarles que es posible vivir del y en el campo, respetando la naturaleza. Quiere, con el paso del tiempo, que el restaurante Utopía sirva como fuente de inspiración y ejemplo de compromiso con el agricultor. 

El Premio a la Innovación Juvenil Rural en América Latina y el Caribe (LAC) es una de las primeras iniciativas del Centro de Conocimiento y Cooperación Sur-Sur del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas y es cofinanciado por el Mecanismo de cooperación Sur-Sur y cooperación triangular entre China y el FIDA. El Premio busca identificar, premiar y difundir iniciativas innovadoras y sostenibles realizadas por jóvenes de países de América Latina y el Caribe.