Los pueblos indígenas muestran cómo las personas y el planeta pueden prosperar en armonía - Plataforma de Conocimientos LAC
Los pueblos indígenas muestran cómo las personas y el planeta pueden prosperar en armonía
16 agosto 2024
© IFAD/Carlos Sanchez
Los modos de vida Indígenas de Sudamérica se ven amenazados. Las comunidades de todo el continente son testigos de los cambios en pautas climáticos ancestrales y de la degradación de los entornos naturales.
Pero los Pueblos Indígenas también se encuentran en una posición privilegiada para adaptarse a este mundo cambiante. Durante generaciones, han gestionado su entorno de forma sostenible y han cultivado alimentos diversos que se adaptan a las condiciones locales.
Por ello, el FIDA alberga el Fondo de Apoyo a los Pueblos Indígenas (IPAF), que respalda proyectos diseñados y ejecutados por los Pueblos Indígenas y sus organizaciones. Este mecanismo cataliza el desarrollo autónomo basado en la cultura, los conocimientos y las perspectivas de los Pueblos Indígenas en toda América del Sur.
A continuación se presentan tres organizaciones de Pueblos Indígenas, ubicadas entre los Andes y la Amazonia, que están transformando sus comunidades con el apoyo del IPAF.
Preservación de prácticas ancestrales en Bolivia
© IFAD/GANGA/Francesco Cabras, Alberto Molinari
Para María Eugenia Quispe, el pastoreo de llamas es más que un modo de vida: también supone una forma de mantener el equilibrio espiritual con la Madre Tierra, o Pachamama.
Su comunidad aymara de Corque Marka (Bolivia) utiliza la grasa y la sangre de llama en rituales que, de acuerdo con sus creencias, garantizan rebaños y cosechas abundantes. Esas cosechas incluyen las plantas medicinales para tratar a sus llamas, dando continuidad al ciclo.
“La medicina veterinaria tradicional forma parte de nuestra cultura desde hace generaciones. El conocimiento se ha ido transmitiendo a través de la observación y la práctica”, afirma María Eugenia.
Pero hoy en día, ese conocimiento corre peligro. La pérdida de biodiversidad está provocando la desaparición de muchas especies vegetales, mientras que las generaciones más jóvenes tienden a pasar por alto su valor en favor de las técnicas modernas.
Gracias a la financiación del IPAF, María Eugenia y el Centro de Estudios Multidisciplinarios Aymara trabajan para evitarlo.
Siguen los principios del consentimiento libre, previo e informado para consultar a las comunidades locales de pastores de llamas y documentar y preservar sus prácticas veterinarias tradicionales. Al mismo tiempo, la organización involucra a los jóvenes Indígenas para garantizar que esos conocimientos se transmitan a las generaciones futuras.
Devolver el color a la cordillera andina del Perú
© Fodi Beatriz Huarcaya Ayhua
Las alpacas del Perú regalan a la vista un arco iris de tonos tierra, desde el gris al marrón o el negro más intenso. Pero la preferencia del mercado por las alpacas blancas, que son más fáciles de teñir, ha dado lugar a que escaseen otras variedades.
Fodi Beatriz Huarcaya Ayhua, una joven veterinaria quechua de Iscahuaca, sueña con recuperar la diversidad que evoca cuando se remonta a su infancia y confía en contar con los conocimientos y las habilidades que se requieren para impulsar la producción de alpacas de todos los colores.
“Tanto mis padres como mis abuelos eran criadores de alpacas y pasé toda mi infancia en el campo, siendo testigo de los cuidados que dispensaban a estos animales”, relata.
Fodi forma parte de otra organización beneficiaria de la financiación del IPAF, el Centro Rural de Investigación y Formación, que combina técnicas científicas con los métodos tradicionales de sus antepasados. Por ejemplo, utiliza presas quechuas para almacenar el agua de lluvia ayudándose del procedimiento de vallado moderno, lo que facilita el pastoreo sostenible.
A medida que crecen la población de alpacas y su diversidad, Fodi emplea estrategias de comercialización con el fin de encontrar compradores para sus fibras de colores. Poco a poco, el paisaje andino vuelve a teñirse de los colores de la alpaca.
Proteger la diversidad de la naturaleza en Colombia
El pueblo inga del sureste de Colombia es custodio de una rica tradición viva: la conservación de una amplia gama de semillas autóctonas. Los ingas siembran mezclas de estas semillas de manera que favorezcan el control natural de las plagas.
Pero sus prácticas se ven amenazadas a medida que el cambio climático y la degradación ambiental dificultan la agricultura. La estación de las lluvias se adelanta, y es entonces cuando los pájaros y los insectos son más propensos a comerse las plántulas, y los plaguicidas utilizados como respuesta han devastado las especies beneficiosas. Al disminuir el rendimiento, se conservan menos semillas y muchas se venden para compensar la pérdida de ingresos.
© Ingry Paola Mojanajinsoy
Ingry Paola Mojanajinsoy y la Asociación Indígena de Cabildos Inga están contraatacando. Gracias a una subvención del IPAF que les ha permitido establecer un nuevo banco de semillas amazónicas en Putumayo, están revitalizando las prácticas tradicionales de los inga y protegiendo la biodiversidad.
“Las semillas amazónicas son muy importantes, ya que se han transmitido de generación en generación”, explica Ingry. “Brotan sin necesidad de fertilizantes ni productos químicos, siempre que se planten en un suelo adecuado y durante la estación correcta”.
Through her work, Ingry is helping to restore the very foundation of Inga society: suma kausangapa. In this holistic understanding of well-being, the harmonious relationship between humanity and nature is of utmost importance.
Con su trabajo, Ingry está ayudando a restaurar los cimientos mismos de la sociedad inga: el suma kausangapa. En esta concepción holística del bienestar, la relación armoniosa entre la humanidad y la naturaleza es de suma importancia.
Hasta la fecha, más de 212 proyectos han recibido subvenciones del IPAF en América Latina y el Caribe, África y Asia y el Pacífico.
Todos esos proyectos aprovechan los conocimientos ancestrales de los Pueblos Indígenas para conservar los ecosistemas, establecer conexiones y preservar sus modos de vida, restableciendo el equilibrio entre la humanidad y la naturaleza.
Fecha de publicación: 08 agosto 2024