La Cumbre de las Naciones Unidas 2021 sobre Sistemas Alimentarios está guiada por cinco Vías de Acción, que brindan a interesados de ámbitos muy diversos un espacio para compartir y aprender, con miras a fomentar nuevas medidas y asociaciones y ampliar las iniciativas existentes para sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos.

En el marco de la Cumbre, el FIDA está encargado de la Vía de Acción 4 – Promover medios de vida equitativos.  Por esta razón, el FIDA contribuyó a los diálogos preparatorios en Ecuador con un especialista sectorial, con el cargo de facilitador y un asistente, junto al Programa Mundial de Alimentos (PMA) y al Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador (MAG).

El 20 de maiode 2021 se realizó, de manera virtual, el Primer Diálogo Nacional sobre la Visión del Sistema Alimentario Ecuatoriano al 2030, bajo los auspicios del Gobierno saliente.

Video disponible aquí.

Con la nueva administración, fruto de las elecciones presidenciales, el 22 de julio 2021, se desarrolló, siempre  virtual, el Segundo Diálogo Nacional Camino a la Cumbre de la ONU sobre los Sistemas Alimentarios donde se respondió a la pregunta: ¿Cómo superar los principales desafíos del sistema agroalimentario ecuatoriano?

Los temas prioritarios que del primer diálogo sobre la Vía de Acción 4 – Promover medios de vida equitativos, fueron agregación de valor, comercialización y asociatividad. En esta mesa de diálogo participaron 49 miembros, entre mujeres y hombres, de organizaciones  de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena (AFC), organizaciones no gubernamentales, instituciones públicas a nivel nacional y provincial y entidades de la cooperación internacional. El objetivo era identificar las barreras que limitan el desarrollo de medios de vida equitativos y sostenibles en relación con los temas prioritarios identificados y soluciones concretas para eliminarlas.

El mensaje principal que surgió del diálogo es que los pequeños productores y productoras rurales de la AFC claman por el reconocimiento de la importancia de su rol como responsables de una parte importante de la producción de alimentos en Ecuador. Dicho reconocimiento debe traducirse en un apoyo por parte del Estado para que sus medios de vida sean realmente equitativos e inclusivos. 

Las principales barreras identificadas fueron: la intermediación excesiva y la inseguridad de precios justos para comercializar sus productos, así como el desconocimiento de mecanismos de comercialización directa de los pequeños productores a las grandes empresas. Se enfatizó que los conceptos y normas de asociatividad promovidos por el Estado no se adaptan a las formas y costumbres que existen en las comunidades y zonas rurales. Esto afecta al funcionamiento de las asociaciones que sólo duran mientras exista la posibilidad de acceder a recursos públicos (“asociatividad desechable”) y no permite construir relaciones de confianza entre socios y economías de escala, ni acceder a mercados en condiciones más ventajosas.

Las soluciones propuestas fueron: la creación de un marco de incentivos y normas diferenciadas y preferentes para la AFC, la reducción de los costos de producción, el control de la competencia desleal, el acceso a tecnologías e insumos más sostenibles, una producción con valor agregado y de calidad. En este marco, las alianzas comerciales win-win son prácticas y efectivas.

El fortalecimiento de cadenas y circuitos cortos de comercialización en mercados locales o sin intermediación y el acceso a mercados diferenciados también han surgido como soluciones viables, siempre y cuando se gestionen dentro de un marco de asociatividad funcional y mayor poder de negociación de los productores. De esta forma, se pueden crear más opciones de trabajo digno e inclusivo, con mejores ingresos y una redistribución equitativa. Todo ello aporta a la inclusión de los grupos vulnerables y a la sostenibilidad ambiental, económica y social, con el fin principal de “no dejar a nadie atrás”.